Adios...
Cierro los ojos e introduzco el puñal
y en mi sangre se forma el caos,
no puedo sentir nada por dentro.
Saco el puñal de mi
observo como lo dulce sale de mi piel,
las guitarras se queman a gritos
y sus cuerdas cortan mi carne.
Abrí los ojos
pero no pude despertar.
Nada es para mi
nada era para mi
nada queda para mi.
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